sábado, 8 de marzo de 2008

Una vuelta por el origen





Imágenes: Nicolás Michelini

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Apoyé mis brazos en la barandilla y clavé los ojos en el horizonte. El sol ardía tantito más en la nuca que en los hombros. Observé el paisaje tan detalladamente como pude y era atractivo. Pero además de atractivo, ese paisaje así, como lo veía yo, ya no era virgen; era la fiel reproducción de una fotografía que alguna vez alguien ya había sacado, estaba convencido. Y ese “había” remontó al pasado y el pasado remontó al abismo, y el abismo a la profundidad y la profundidad al inevitable dolor de cabeza.
Entonces el impulso, el deseo casi innato de caer y de dejarse llevar por la fuerza de la gravedad. Ir cayendo e ir desprendiéndose de los colectivos y de las computadoras, de las noticias y de las casualidades, de las carpetas y los teléfonos celulares, de las bocinas y de los edificios en construcción.
Y allí abajo, comenzando por los pies, el agua. Y el abrazo entero y la protección del agua, después.
La vuelta al origen, al comienzo de la vida, de la vida mía sin otra, de la madre tierra y de la madre agua, que ahora empapó y abrazó de cuerpo entero, de alma ahogada. Y achicarse y achicharrarse y bicho bolita sólo un rato antes de emerger es algo más que una necesidad. Es el llamado del Yo No Nato. De este que no recuerda una vida nuevemesina pero que se sumerge ahora en una placenta de agua tibia, de un río de oro casi marrón. Y tener la certeza de que dentro hay vida, mientras fuera todo se muere tan lentamente, tan agonizantemente y para siempre.



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4 comentarios:

Luciano dijo...

Muy surrealista tu apreciación de las imágenes de paisajes campestres... me gustaron tus valoraciones libres, trasmiten lo que las fotografías no dejan captar desde el ojo critico del perceptor, o sea los lectores del blog. La subjetividad detrás del entramado "objetivo", el cual es nuestro medio de expresión inevitablemente... la realidad... o la ficción. Me hace acordar al existencialismo de Sartre pero fundido con mitología aborigen. Muy bueno...

Anónimo dijo...

jaaaajajajaaajajaja!!!!!

de cual fumaste luciano???????

jajajjajajaajajajaja!!!!


QUIERO SALTAR!!!!!

donde esta ese puente???

Unknown dijo...

No sé qué le pasa a este pibe, qué es realmente lo que se mete en el cuerpo. Lo cierto es que nunca convida...
El puente... no sé cómo se llama, si es que tiene nombre, pero atravieza un río llamado Río de Oro y une a las localidades de La Leonesa y General Vedia.

Luciano dijo...

Je! lo peor es que no fumo nada y no tengo mas que convidar locura de mi autoría... convengamos que el que escribe y quienes comentan no distan de estar poco cuerdos piénselo, da a reflexionar, a parte de realidades y realidad de cada uno... después sentencien. Saludos al gusano miserable que todos llevamos dentro jeje!