viernes, 12 de septiembre de 2008

Vos mismo ¿podrás?



Concéntrate,
¿podría esto ser lo último que hagas en el día?
Esfuérzate y camina, son sólo algunos pasos más.
Ahí está, en ese fino tramo de gloria efímera.
Es estirar el brazo, cogerlo, y dejarse llevar.
Estas son las palabras que hoy están y que mañana no.
Entonces es el momento, este es el momento.
Y a estar atentos, el cielo se está abriendo y en sueños caen de fuego bolas.

“Sé vos mismo, que el día ya termina, sé vos mismo y nada más”.
Eso me dejaste, eso me estás regalando.
Y no hay vuelta: caminamos todos hacia el mismo sitio,
seguimos todos los mismos rastros, cada uno con sus formas.
Y acá estamos, el día se está yendo y sí, aunque sea cierto que mañana vendrá otro, que está en camino, todavía no podemos amarrar la certeza de que nos tenga en sus planes.
“Sé vos mismo esta vez, este día”.
Me vas dejando cosas, y no me niego a tomarlas.

Miras desde arriba, y hacia todos los costados. No estás solo, y podría ser que me gustes, podría ser.
Podría tomarte de la mano ahora mismo, podría acompañarte, si quisiera.
Quédate con tus colores, son tuyos.
Algunos te van a hacer mal, pero vos sabrás elegir, decisión nunca escaseó.
No falta mucho, puedo acompañarte ahora.
“Sé vos mismo” y, en el trajín, ayúdame a ser uno más, siendo yo mismo, siendo uno más.
Sin destacados, sin banderas, sin glorias.
Nos esperan, huimos juntos y nadie nos detiene.
¿Acaso a alguien le interesa? Afortunadamente no, y también eso me estás dejando.
Entonces, en el final, podrás darte algunos pequeños lujos. No muchos.
Pero podrás ver al resto venir, cogerte, e irse, y dejarte con una inmensa grieta inmensa grieta inmensa grieta, en el lugar que elijas.

jueves, 11 de septiembre de 2008