lunes, 22 de diciembre de 2008

Tan sucio que el corazón

Imagen: o Rosemary o Joaquinete, no sé bien; estaba ocupado en otras cuestiones



Es uno mismo el que va ensuciándose la vida y después no sabe cómo despojarse de toda esa mugre. Es uno mismo el que juega en el barro, hasta que se le mete entre las uñas, en los oídos, en todas partes.
¿Será que no sabemos todavía qué es lo que queremos de y para nosotros? No puede ser, si ya estamos a tiempo, hace mucho tiempo. Hicimos tantas cosas que, al menos, debería haber servido para perfilarse un poco; para tener una estúpida minúscula idea de por dónde es que hay seguir caminando, o si hay que correr, o parar un poco. O parar un poco... Pero no era eso, porque eso se parece más a un asqueroso balance de fines de año que a la suciedad diaria. No, definitivamente no es eso. Es la mugre, esa propia, o la ajena que involuntariamente se te pega, es la tierra pegada al cuerpo transpirado.
Y ahora me pica el cuerpo por ellos, por mí.
Y ahora me anuncian lluvias. El cielo se oscureció de un momento a otro. Quizá sea una buena oportunidad para lavar ciertas dudas. Es sólo cuestión de salir...
Y en eso estoy, hace un buen y largo rato.




Imagen: Nicolás Michelini



5 comentarios:

Gisa Simpson dijo...

Gostei muito da música que toca no seu blog. De quem é?

Abraços

Unknown dijo...

Por el momento, y hasta que se me ocurra cambiarlos son, en Herbie Hancock (los dos primeros); el gran Jerry González y, el último, Joe Sample.

Abrazos

Anónimo dijo...

que hermoso!!!

Anónimo dijo...

Puedo ver perfección en ti, ahí, así como estas... sentado. Que linda es tú letra...

Tamm * dijo...

ah ke buen texto
me gsutan mal las fotos (L)


mui bello blog