sábado, 26 de enero de 2013

Corazón de aguacate




Tres años después, volvemos a viejos lugares comunes. Regresamos para ver cómo quedaron las cosas después de haberlas archivado por tanto tiempo que no es tanto. Nos sorprendemos de los cambios: no los de antes; los de ahorita. Mejor. Allá éramos más miserables, y menos tolerantes a la final. El tiempo pasó y seguirá pasando, afortunadamente. Seguiremos cambiando y seguirá cambiando nuestro entorno, inexorablemente. Ahora aceptamos, antes gritábamos, después quién sabe.
Acá estamos, en los viejos lugares comunes para volver a hacerlos nuestros; para reflejar otros reflejos acá, para encandilarnos con otras luces, para mostrar que todo muta y que nosotros mutamos con todo y con TODOS. 
Bienvenida la miseria, siempre. Malvenida la mentira, en cualquiera de sus formas.

Aquí mi testículo.
Aquí mi aguacate en forma de ofrenda a esa mujer de tierra, de barro.

Búscame si quieres, me seguiré deslizando.




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