“El viento, que trae un olor de aguas,
habla de lo ausente, leve roce de hojas secas, tibieza fría de otoño sobre la
arena, alguna humedad que trepa y una resistencia de la piel a dejarse penetrar
por ninguna sensación. Y, no obstante, en la paradoja de la ausencia se
manifiesta la cercanía del cuerpo, su permanencia en la memoria de la carne…”
Esther Selingson - Diálogos con el cuerpo -
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