jueves, 22 de mayo de 2008

Desatándolos

Esos adecuadamente y en soledad, acompañado o no, en que uno abre las heridas y podamos, planteándose y replanteándose del qué carajo hace, aunque se aparezca fugazmente en el pensamiento. Constantemente se rasca los problemas, qué rol cumple y preguntándose, no “por qué”. Colores que se disparan al sol al menos una vez al día, soportando cada uno de las esferas brota más. Sea día o noche, no importa. La esencia pura, en acomodarnos, en como el uno siquiera estando de uno para un chamo. De “para qué” vino uno con uno mismo, con la superficie. Cielo. Adentro momentos recordamos o afuera, es lo mismo. Otras, esos pequeños a contacto en la locura diaria; en el incesante salir. Y es que no siempre está abierta la posibilidad de desnudarnos, las expone en este mundo, para sentir a qué huelen a esos grandes momentos de hacer nos invitan a, ni solos otra vez. Y no siempre uno y esconderse casi torpe. Mano a mano.




Imagen: Nicolás Michelini




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando este sol se apague
tú partirás de mí.
Seguiré solo con mi dolor
y llanto y llanto.
Mi convicción es no querer
ya nunca más, porque
la misma historia es otra vez
y otra vez y otra vez y otra vez.
Quédate,
quédate para poder vivir sin llanto,
sin llanto.
Cuando me desengañe
no sé si viviré,
porque es muy triste tener tan sólo
llanto y llanto,
y mil renuncias en el corazón
que implora
que alguna vez alguien se quede
y llora.

Anónimo dijo...

Y??
¿Para cuando ese montón de fotos hermosas que andas sacando con hija y digital??
¿Ehh, eh?